martes, 16 de noviembre de 2010

¿HABRÁ TIEMPO?

Pertinente el llamado de Chávez invitando a la clase media a la revolución, pero no sé si hay tiempo para atraerla. Hace años escribí que no había propuesta para esa clase en el proceso bolivariano. Entonces me discutió mi hermano Amílcar. Me dijo que las "Misiones" estaban abiertas para ella y los núcleos de "Barrio Adentro" también. Era asunto suyo si los aprovechaba o no. Fue en ese momento cuando me di cuenta que la Revolución no entendía a la tal clase (a pesar de que mi hermano es muy buen entendedor) Tampoco esa revolución había catado su importancia ni apreciado su valor. La desestimaba con unos versos de Galeano escritos para otras tierras y otros tiempos. Hasta allí llegó la discusión con mi hermano y otros camaradas. ¿Y ahora?
Primero trataré de hablar de ella. Es quizás la clase más pujante de todas porque tuvo que hacerse sola y lo logró. En ese esfuerzo y en ese logro está la prueba de su fortaleza y de su empuje. Es una clase que viene de una pobreza que dejó atrás, pero que aún la tiene cerquita. Cualquier resbalón, cualquier pérdida, cualquier desliz o error la llevará de nuevo al estrato que superó. Por eso es tan celosa de sus bienes y tan cuidadosa de sus oportunidades. Va a defenderlos con uña y dientes. Confundirla con los oligarcas fue un error al principio de la revolución. ¡Que oligarca va a ser! ¡Y que pitiyanki ni que nada aunque viaje a Disneyworld cada cinco años! A base de esfuerzos, madrugadas de frío, noches de estudio, trabajo, logró salir adelante y prosperó. No lo hizo así el pobre que se quedó siéndolo, pero ella sí. ¿Mayores oportunidades tuvo que los más necesitados? Bueno, pero las aprovechó. Ese es su mérito y esa su victoria.
Vamos ahora a otro punto. Esa clase media es también la más explotada. Para ella se crean mercados de productos y servicios, se planifican asaltos financieros y bursátiles, se acometen estafas inmobiliarias y se fundó el "Federal". Es a ella a quien quieren expropiar el dinero los estafadores. Es de ella que se nutre el Capital y a ella van dirigidos sus anuncios, sus cuñas comerciales, sus ofertas engañosas y todo el bagaje de alienación que los dueños del dinero son capaces de crear y ofertar. El pobre no puede nutrir al Capital; ella sí porque gana un mediano sueldo, cobra utilidades y aguinaldo, y de vez en cuando se auxilia con un bono. Esos son los bolsillos que quieren vaciar los saqueadores, no la del marginado que almuerza con una empanada. Entonces empleados públicos y privados, profesionales y estudiantes, amas de casa de las urbanizaciones, viajeros quinquenales, caen bajo el encanto del engaño y pasan la tarjeta de crédito. Al momento de pagarla se tambalean, pero el tiempo los recupera y siguen aferrados a su clase sin dejarse empujar hacia abajo. Como la del pobre, es vida angustiada también la de la clase media. Pagar el colegio, hacer el mercado quincenal, adquirir los útiles escolares, cancelar el condominio y la hipoteca, son motivos para la desazón. Ni que decir del agua, luz y gasolina, ninguna de las cuales recibe de regalo. ¡A joderse, pues, clase media! -dicen quienes son sus verdaderos dueños y la endeudan- ¡si es que quieres seguir en el estrato! Y lo hacen. Y lo logran.
Ahora, ¿puede ganarse esa clase para la revolución? Podrá ganarse si se le incluye porque no es clase explotadora ni enemiga natural del Socialismo. Éste se le ha presentado demonizado por los medios, y como es la clase que lee, pues es presa para el engaño. Así como la engatusan con las cuñas, así la engatusan con las ideologías. Y como la revolución venezolana hasta ahora la había desestimado porque la confundió con los ricos, quedó solita en manos de los canallas. Allí está ahora, nutrida en su mayor parte por "Ni-Nis" o por quienes tienen temor de perder terreno avanzado. Nos toca rescatarla, ¿oyeron? porque ¿saben? Diciembre de 2012 depende de esa clase; además de que es acto de Justicia. Por eso me parece pertinente el llamado de Hugo Chávez. Siento que debe cumplirse.

martes, 16 de febrero de 2010

"VEA" y "EL CORREO DEL ORINOCO"

Nadie dice que sea mala prensa ninguna de las dos publicaciones, pero están dirigidas a un "target" cerrado. "VEA" es una publicación ideológicamente formadora y orientadora, ¿quién lo duda? Pero no interesa para nada a quien no busca formación ni orientación, sino información sobre lo que pasa en Venezuela y el mundo. "EL CORREO DEL ORINOCO" es formidable, pero sólo para "chavistas", para "bolivarianos" y ese resto abigarrado de la izquierda. política. ¿Pero y el resto del pueblo de Venezuela qué? ¿No debería recibir información que provenga de una prensa objetiva que le informe sobre la obra de Gobierno y además le ofrezca diversidad de contenido, conocimiento y diversión? Las publicaciones "chavistas" son buenas, pero aburridas para un grueso de público que no busca sólo lo que ellas ofrecen. Por eso el índice de devolución de esa prensa es tan alto. ¿Qué hacer? Fácil. Tener un periódico con calidad de diseño como "El Nacional" -no me averguenza decirlo-, con calidad gráfica, diversidad temática y amplia cobertura, pero que no esté al servicio de la derecha explotadora sino de la izquierda progresista, como lo fue en época de Miguel Otero Silva -aunque esta vez requerería de mayor frontalidad y compromiso-. Hace años lo comenté con Jesús Sevillano y Trino Alcídes Díaz en una reunión que celebraba el cumpleaños del primero. No existía "VEA" para entonces y mucho menos "EL CORREO". Dije que debíamos construir una publicación de calidad que compitiera con nuestros implacables adversarios políticos del mundo editorial. El target no podía ser exclusivamente el "chavismo-bolivarianismo" sino el pueblo de Venezuela, que es al que hay que informarle sobre la revolución y sus obras, pero en una forma atractiva que concite interés. Esto no se ha hecho. Por eso las devoluciones y las decepciones. ¿Alguien se dará cuenta de que necesitamos una prensa objetiva, inteligente y crítica, y no solamente emotiva y complaciente, aunque tenga calidad? Confieso que a veces me desespera nuestra ingenuidad. No deberíamos estar perdiendo una guerra mediática que por obras de gobierno deberíamos estar ganando. ¿Qué sería de la revolución sin Chávez comunicador? Piénsenlo un segundo y se estremecerán.