Fui de los que estaba sintonizado al programa del Presidente Chávez, "Aló Presidente", el pasado 28 de julio. Oí con estupor y dolor, cuando con iracundia desmedida arremetió contra uno de los camarógrafos de V.T.V. Efraín Castro se llama y no lo conozco; pero sí lo conocen su esposa e hijos, y seguramente sus nietos, sobrinos, vecinos y amigos. ¿Con qué cara regresaría Efraín esa noche de domingo a su casa luego de haber salido de ella en la mañana, para hacer un trabajo que le gusta y le importa? Esas son las intemperancias del Comandante que le restan amistades y erosionan el entusiasmo de sus seguidores, yo entre ellos, que me cimbro cuando las escucho. Son expresiones injustas y cada vez más frecuentes. Este escrito, que no tenía previsto publicar, lo hago porque acabo de leer en "Quinto Día", en la columna de Ernesto Villegas, "Contra la Corriente", un artículo titulado "Desagravio a un camarógrafo." Es valiente y sincero Ernesto; humano y de corazón socialista. Por eso quise saludarlo desde este blog que pocos leen, si es que alguien lo hace, y pedir al Presidente que "trabaje" para domeñar su personal soberbia. Usted no se pertenece, distinguido Comandante; usted pertenece a la revolución venezolana, a la latinoamericana y aún más: a la esperanza de cambio universal. Le he oído decir que de los revolucionarios hay que esperar que algunos se quiebren y deserten. Pero no provoque usted esas deserciones, Presidente. Quien quiera irse que se vaya sólo, pero no lo empuje usted con sus excesos. Y sobre todo no permita que la vida dura que usted lleva, seguramente difícil y agobiante, lo fatigue al punto de convertirlo en un socialcristiano más, personajes de quienes siempre he pensado que pronuncian la palabra humildad con infinita soberbia. Que nada te pase, Ernesto, y que no tengamos que pedir desagravios por tí. Y usted, Comandante, manténgame en sus filas porque soy revolucionario y bolivariano como usted. Pero no ofenda ni abochorne, porque no le queda bien y nos cae mal.
viernes, 1 de agosto de 2008
viernes, 18 de julio de 2008
¿Y DE LA SEGURIDAD DE LA GENTE QUE?
No pasa un día, ni uno sólo, sin que nos topemos con una asustada referencia a la inseguridad. Hoy nada más me enteré, hace unas pocas horas, que un humilde bodeguero a quien conocí, que teniá un negocito aún más humilde que él en un todavía más humilde y apartado rincón de Venezuela, fue atracado y asesinado por dos motorizados; seguramente unos de esos "decentes, esforzados y trabajadores padres de familia" que citamos en hipócritas discursos. ¡Bah! ¿Somos todos unos redomados idiotas, o más bien una caterva de cobardes y farsantes? El hampa, el sicariato, la droga, nos están matando y entonces salimos con la simpleza de que lo que pasa es que los delincuentes son gente que pasa mucha necesidad, y por ende deben robar, traficar y asesinar para vivir. ¿Dónde se graduarían esos sociólogos que inventaron semejante pendejada? Enfrentarse al delito y derrotarlo es una necesidad vital -que significa "de vida"- amigos; y no enfrentarlo, aunque algunos piensen lo contrario, no es artificio político honesto para ganar comicios electorales, si es eso lo que aspiran. ¿Quién se va a poner los pantalones? Yo creí que lo haría Rodríguez Chacín, pero esta tarde mi confianza sufrió un sonoro descalabro (que no fueron los tiros por cierto, pues lo mataron con silenciadores)
miércoles, 9 de julio de 2008
AL CHAVISMO LE CAYÓ COMEJÉN
Creo que sí. Los simuladores, oprtunistas, arribistas, falsos revolucionarios e infiltrados son muchos. Entiendo que no se puede ser exquisito cuando se construye un partido de masas; pero los cuadros de dirección tienen que ser impolutos. ¿Qué ha sucedido con el chavismo? Que no se han formado los cuadros de dirección revolucionaria, entre otras razones porque no se ha definido el "Socialismo Bolivariano", después de diez años de historia. Si no se han formado los cuadros dirigentes, los que se aprecian ideológicamente débiles y con frecuencia "engalletados", ¿cómo van a ser capaces esos cuadros de orientar a la militancia de base? Esta es una de las causas por las cuales la Administración Pública luce carcomida. No hay servicio público porque no hay servidores públicos, puesto que éstos no saben a quien sirven, pues ellos mismos no saben qué son ni quienes son. ¡Y para colmo! en los cuadros superiores de algunas instituciones se hacen designaciones asombrosa y notoriamente inconvenientes, incluyendo gente que es contraria al proceso revolucionario. Por eso el chavismo tiene en su interno un peligros comején que debe exterminar de inmediato y ya está atrasado. ¿O usted crée que no? Por cierto, nadie me venga con el cuento conveniente y evasivo de que "los trapos sucios se lavan en casa". Cuando están sucios se lavan donde sea, porque peor es vivir en la inmundicia. ¿Tú sabes todo esto, Hugo, o como dice alguna gente, te lo ocultan? Y si lo sabes, ¿por qué carajo no actúas? Y si te lo ocultan, ¿por qué coño lo permites?
miércoles, 14 de mayo de 2008
Tres Colores, tres Versiones
Surgieron de una reunión de camaradas. Versión rosa: todo va bien; el PSUV se está construyendo como debe ser; con el liderazgo de Chávez y su personal dirección porque es lo unificante. Debe tenerse paciencia y desde adentro luchar para expulsar a los corruptos, a los oportunistas y a los simuladores. Chávez no sabe todo lo que está ocurriendo y no debe contribuirse al discurso opositor señalando corrupción, errores y traiciones. Versión Azul: ¿cómo que no sabe todo lo que está pasando? ¿Lo conoce todo el mundo, menos él? ¿No está enterado que su adversario oculto, el chavismo sin Chávez, está "tomando" la Administración Pública, desplazando a la izquierda genuina y derechizando al Gobierno? ¿Cómo que tener paciencia y darse tiempo para "construir" el partido? ¿Cuál partido? ¿El dirigido por los escogidos a dedo? ¿Qué tiempo? ¿Y los planes del Imperialismo no existen? ¿Y los paramilitares? ¡No juegue, hermanos! La ingenuidad de ustedes es mayor que la que le atribuyen a Chávez. O actuamos ahora, ya, de inmediato, y hablamos con el Comandante y le hacemos llegar nuestra angustia, o seremos cómplices de una debacle lamentable. Versión morado berenjena: Olvídense, maestros, este asunto se perdió. No hay tiempo para la paciencia y ni siquiera para la acción acelerada. El tiempo se agotó y ¡adios revolución venezolana! (y suramericana, que es peor). Somos unos incapaces todos y lo que nos ha salvado es que la oposición ha sido más incapaz que nosotros. Es tiempo de levantar la sesión y de que cada quien se guarde su versión. Nos vemos en Bárbula.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)